viernes, 20 de julio de 2007

Científicos atenidos -del archivo de hace 3 años-

Saben, mucha gente defiende sus ideas. Algunos están en lo correcto, otros no. Lo importante es tener un objetivo común en bien de la sociedad y buscar mejorar, siempre mejorar. Sin embargo, hay de todo en la viña del Señor, y a muchos la sociedad les vale un comino. Y bueno, estamos de acuerdo que los países tienen los gobiernos que se merecen. Pero se que muchos también estaremos de acuerdo en que pagamos justos por pecadores. Por lo que les compartiré un escrito que realicé y en el que defiendo lo que creo y lo que conforma una buena parte de mi vida, la ciencia básica (mi escrito fue publicado en dos partes, los días 4 y 9 de noviembre de 2004, con el título "Los Científicos y la Ciencia" en la columna "Y Ahora, ¿Qué?" escrita por Arnulfo G. Estrada para el diario La Opinión de Morelos). Este escrito lo envié al Sr. Miguel de la Vega, Coordinador Editorial del periódico Reforma, en respuesta a la editorial Escrita por el Sr. Enrique Canales† y publicada el 19 de octubre de 2004. Primero les presento el articulo que originó todo:

Mexicar / Científicos atenidos
EDITORIAL
Por Enrique Canales
Periódico: REFORMA, (19 10 2004).-

En los últimos días las cúpulas de la investigación científica del país andan alborotadas porque les preocupa la reducción del presupuesto federal para la investigación, que se discutirá en el Congreso. Se preocupan porque no se aumentarán las becas ni se podrán crear más plazas de trabajo, lo que va a propiciar que más científicos mexicanos encuentren trabajo de investigación afuera del país. Concuerdo en que el estado de nuestra investigación científica es preocupante. Sin embargo, los problemas de nuestra investigación científica no se resuelven asignando más dinero a la comunidad científica. Por eso me parece una temeridad que algunos líderes del gremio científico piensen en aplicar nuevos impuestos, para financiar lo que ellos sin rendirle cuentas a nadie, investigan. Ya están imitando al medroso gremio de la cinematografía. Se creen tan encima de nosotros, que nos quieren cobrar impuestos para que los mantengamos. ¡Vaya soberbia!

Es cierto, como porcentaje del PIB México dentro de los 30 países de la OCDE ocupa el último lugar en inversión para investigación y desarrollo. La comunidad científica tenía la ilusión de recibir hasta más del doble de lo que ahorita invertimos pero parece que no habrá ni de piña ni de mamey. A mi modo de ver, nuestro problema científico no es de dinero, pues la ecuación va al revés: no hay dinero porque tenemos problemas científicos.

La pobreza científica no se cura con ayudas externas, es necesario aprender a investigar cosas más necesarias y más útiles para que muchos más mexicanos estén dispuestos a invertir en eso. Necesitamos una responsabilidad personal de cada uno de los investigadores y también un mejor diagnóstico para evaluar todo el trabajo científico que hacemos. Hoy por hoy, no es aconsejable quitarle los escasos fondos a otros mexicanos para dárselos a los científicos para que gasten en sus "trabajos científicos" sin responsabilidad.

Me estoy curando en salud; Natividad González Parás, de Nuevo León, anda encandilado con invertir en algunos centros de investigación de ciencia y tecnología en la zona regiomontana y mi temor es que terminemos muy endeudados y con una gran nómina de científicos, todos distraídos en sus áreas de interés, sin que la industria regiomontana elabore conjuntamente los conocimientos científicos "competitivos y pertinentes" al desarrollo de sus ventajas competitivas.

No son los laboratorios alejados de las empresas los que originan el conocimiento competitivo, es la necesidad empresarial de un conocimiento científico competitivo preciso la que empuja a uno o dos científicos a avanzar en dicho conocimiento.

¿De que sirve invertir en N.L. en investigación en nanotecnología, biotecnología, metrología, mecatrónica o lo que sea, si cada científico no se encuentra sincronizado con algún ingeniero de producción de dos o tres empresas? Cada empresa necesita cierto conocimiento científico muy específico, concreto y propietario, para producir beneficios económicos.

La comunidad científica mexicana tiene la creencia de que un científico no puede realizar su trabajo científico si no recibe ayuda del gobierno o de la universidad respectiva, que es lo mismo. Esto es un grave error. ¿A poco estamos educando científicos atenidos? Pretender aumentarnos los impuestos para vivir es prueba de su incompetencia, igual que los cinematografistas.

Los científicos de antes estaban acostumbrados a que el Estado todo poderoso los mantenía, como en Cuba. Nuestros científicos ni siquiera quieren saber cómo ganar los recursos que necesitan para hacer su trabajo científico.

Precisamente, ahora Conacyt está financiando con recursos a las empresas y a los centros de investigación para que desarrollen trabajos tecnológicos, con mucha frecuencia apoyados por científicos mexicanos. Así la investigación y el desarrollo producen los beneficios competitivos, en proceso y productos, creando más fuentes de trabajo. Pero la cúpula científica de la UNAM siente celos de estos programas exitosos de Conacyt.

Recuerden, mis queridos científicos: "primero vamos a competir y luego a curiosear". Los científicos mexicanos necesitan mucho dinero porque la mayor parte de lo que investigan no se puede poner a producir lo que ellos consumen. A esta irresponsabilidad científica le llaman a veces "ciencia básica". Básico barril sin fondo.

Correo electrónico: enriquecs@infosel.net.mx
A continuación mi respuesta (por supuesto que nunca recibí respuesta alguna ni del Sr. de la Vega ni del Sr. Canales):
Enviado: Sábado, 23 de Octubre de 2004 11:50
Para: miguel.delavega@reforma.com
CC: alejandro.juncodelavegae@elnorte.com; luis.deuriarte@reforma.com;
sgamez@reforma.com
Asunto: Sobre el editorial 'Científicos atenidos' del Reforma

Estimado Sr. Miguel de la Vega
Coordinador Editorial
Periódico Reforma

Me dirijo a usted con la finalidad de darle a conocer mi respuesta al editorial publicado en el diario Reforma el 19 de los corrientes, y escrito por el Sr. Enrique Canales.

Dicha carta es causa de profunda indignación, no solamente en mi, sino también entre las personas que hemos entregado nuestra vida y esfuerzos a la investigación en ciencia básica. Y no porque "...la cúpula científica de la UNAM este celosa..." [2] de "programas exitosos del CONACyT" [2], como lo menciona el Sr. Canales. Sino por el contrario, porque es la UNAM el lugar donde prácticamente se realiza el 50% de la investigación y desarrollo que se hace en México, tanto en ciencia básica como en tecnología. Tanto así, que muchos proyectos de investigación en ciencia básica están financiados por apoyos económicos no solo del CONACyT sino también de entidades gubernamentales y académicas de los Estados Unidos. Existen muchas más razones que demuestran la miopía del Sr. Canales, sin embargo estas serian materia de un articulo completo.

Así, para nosotros dicho editorial es un insulto, que además surge de la ignorancia de una mente 'ingenieríl'.

Agradezco su atención a estas lineas y espero su respuesta.

Respuesta al Sr. Canales:
Más abajo cito las recientes declaraciones del Sr. Enrique Canales vertidas en el periódico Reforma. Mi primer reacción al leer dichas declaraciones fue de indignación. Sin embargo, a la vez, me hizo recordar las criticas, que durante mi juventud, recibí cuando manifestaba mi profundo interés por dedicarme a la investigación científica, para así contribuir y retribuir a la humanidad, aunque fuera con solo un pequeño grano de arena, las oportunidades que este mundo me ha otorgado.

Pero, muy independientemente de los sentimientos nostálgicos que esta declaración causo en mi, también me percate de la presencia de otros sentimientos. Estos son la tristeza y la decepción. Tristeza porque una vez más me percato de la 'ligereza' con la que muchas personas hablan de cosas que desconocen a profundidad. Me hace recordar la posición del 'investigador' Jaime Maussan, quien con tal seguridad domina el escenario para dar paso a una cantidad innumerable de incoherencias que emanan de su boca afirmando que son 'verdades científicas'. Por otra parte esta el sentimiento de decepción, que nace porque me parece inconcebible que una persona con 'cultura y educación' pueda afirmar tantísimas falacias, y más inconcebible aun que sean, en su grandísima mayoría, los miembros de la comunidad científica los únicos que se percaten de la importancia y trascendencia de tales declaraciones.

El Sr. Canales se autoconsidera miembro de un selecto grupo que, en sus propias palabras, "...hemos trabajado para desarrollar cultura y sobre todo conocimiento científico y tecnológico de a de veras." [1] En este sentido, me parece por demás interesante su siguiente afirmación: "Defino al "conocimiento hueco" como aquel conocimiento que parece conocimiento internacional, pero que a la hora de los "quehaceres" es un conocimiento que no sirve para hacer nada competitivo." [1] Al margen del hecho de si el conocimiento es internacional (propiedad así sólo de los habitantes del planeta Tierra, o universal, propiedad de cualquier otra forma de vida presente o futura ajena al planeta Tierra); debo decir que estoy completamente de acuerdo en su definición. Sin embargo, subrayo, NO estoy de acuerdo en la clasificación que hace, en su articulo [2] aparecido en el Reforma, de lo que sí es y lo que no es "conocimiento hueco".

Sr. Canales la ciencia básica, o como usted en sus palabras la define "irresponsabilidad científica" o simplemente "curiosear", ha sido, es y será el pilar fundamental sobre el cual se sustenta la tecnología presente y futura. Así, me pregunto, ¿si el monje Gregor J. Mendel (1822-1884) hubiera dedicado mucho más tiempo a sus oraciones y a sus deberes como monje, y menos "curiosear" con sus guisantes (pisum sativum), donde estarían hoy todas esas empresas biotecnológicas que emplean, de una u otra forma, los conocimientos de la genética? i.e. ¿donde estarían las empresas farmacéuticas? ¿existiría la posibilidad de estudiar cómo se origina el cáncer? y así tener más conocimiento en cómo atacarlo y eventualmente curarlo.

Pero, ¿sera la biotecnología la única empresa afectada?... Veamos otros ejemplos... Me pregunto también ¿qué hubiera pasado, si aquel tímido homosexual llamado Alan Turing en lugar de dedicarse a "curiosear" sobre un problema llamado entscheidugsproblem (aun sin solucion en la decada de 1930, y planteado de en el Congreso Internacional de Matemáticos de 1900 por David Hilbert) mejor se hubiera dedicado a cualquier otro topico de interes para las empresas de aquel entonces? ¿la maquina de Turing se hubiera desarrollado? ¿IBM hubiera nacido? No, y entonces muy probablemente no estaría en este momento escribiendo un 'mail' para enviarlo por la Internet, ya que ni siquiera existirian las computadoras.

Pero pensemos más aun. ¿Qué hubiera pasado si Aristarco de Samos o Copernico hubieran empleado su tiempo de una forma más productiva, en lugar de pensar si era el Sol y no la Tierra el centro del universo? Bueno de ser así muy probablemente aun seguiríamos en la era del obscurantismo considerando que somos el centro del universo. ¡Que arrogancia!, ¿no?

Pero pensemos un poco más... Usted Sr. Canales es Ingeniero Mecánico Administrador, como ingeniero, y más aun como ingeniero mecánico, debe usted de apreciar fuertemente los descubrimientos de Sir Issac Newton. Pero me pregunto, ¿si Sir Issac Newton hubiera empleado de mejor forma sus esfuerzos y su tiempo, hubiera descubierto y propuesto la ley de la gravitación universal? ¡Es obvio que no!, y así, sin ley de gravitación, pensado que las cosas pasan porque entes mágicos así lo desean a su capricho, Sr. Canales usted nunca podría haber sido ingeniero, y menos aun ingeniero mecánico, ya que dicha carrera nunca se hubiera podido establecer con planes de estudio coherentes a una realidad científica, ¿o si? Bueno quizá, sin ley de la gravitación y por ende sin una formalización matemática de la mecánica, hubieran estudiado demonología para poder encontrar medios por los cuales controlar los demonios que hacen que los trabajos en mecánica no den los resultados esperados.

Podríamos seguir analizando casos a través de la historia en los cuales la ciencia básica ha jugado el papel principal. Muchos de estos, descubrimientos que en su tiempo fueron menospreciados, ¿y sabe por qué? porque en ese momento no se les veía aplicación alguna. Sin embargo, con el tiempo mostraron no solo tener aplicación, sino que además llegaron a ser pilares fundamentales sobre los que, las empresas que hoy desarrollan tecnología de punta, sustentan el desarrollo de sus productos. Lo que me sorprende que, como Ingeniero Mecánico Administrador, usted ignore. Principalmente si consideramos que posee maestría y doctorado con especialización en Organización de Centros de Investigación y en Procesos de Innovación. ¿Como es que pretende innovar si mantenemos el cuerpo de conocimientos estático? ¿Si no realizamos nuevos descubrimientos en ciencia básica? Los descubrimientos en ciencia básica siempre han tenido aplicación, quizá no cuando surgen, quizá ni siquiera 10 años después. A veces se requiere que pasen siglos para que un descubrimiento sea valorado y así empleado para desarrollar tecnología. Tenemos el caso de la Teoría de la Relatividad General de Albert Einstein. ¿Donde estaría la electrónica, la radio, la televisión, y las comunicaciones satelitales si Werner Heisenberg nunca se hubiera puesto a "curiosear" sobre como afectaba a la física el hecho matemático de que la multiplicación de matrices no es conmutativa (lo cual eventualmente lo llevo a proponer su conocido principio de incertidumbre)?

Quisiera terminar con una cita:
"Dijo uno de los presentes:
- Convénceme de que la Lógica es útil.
- ¿Quieres que te lo demuestre?
- Sí.
- Entonces... es necesario que recurra a una demostración.
Y al ver que el otro asentía, le dijo:
- ¿Si te engaño con sofismas como harás para darte cuenta?
El otro guardo silencio.
- Ya ves como tu reconoces que la Lógica es necesaria y que apartándote de ella ni siquiera puedes llegar a saber si es necesaria o no."

Epictecto, Conversaciones, II, 25
Lo mismo pasa con la ciencia básica, tanto nos apartamos de ella que ni siquiera podemos llegar a saber si es necesaria o no, y por supuesto menos saber si es útil. Si no preguntemos ¿por qué libros como "El caballo de Troya" de J.J. Benítez, o "El codigo DaVinci" de Dan Brown son aclamados como verdades, y no como lo que son, sólo novelas de ficción? Pues por el simple hecho de que la gente cada vez se aparta más del conocimiento científico y abraza las pseudociencias. Las cuales cabe mencionar son muy redituables económicamente, recordemos a Uri Geller, o más cercano aun el caso del 'investigador' Jaime Maussan.

[1] http://www.amc.unam.mx/comunicacion/medios/cyd-med-27ago-ref.html
[2] Mexicar / Científicos atenidos; Reforma (19/10/2004)

1 comentario:

Pepe dijo...
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